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librodearena

Feliz año

Aquí me tienen ustedes pasando más frío que un perro chico por tierras granadinas. No les cuento lo del temporal de nieve porque está harto sabido. Decirles sólo que el otro día fui a tomarme una cervecita a un pueblo de las afueras de Graná y el termómetro marcaba menos tres grados y medio a las doce de la noche, una delicia.
Pues decía que aquí estoy para felicitarles el año y toda esa monserga. Las navidades bien, gracias. Vistos los comentarios sobre mi artículo anterior les diré que cada vez me reafirmo más en eso del vive y deja vivir, no jodamos. Me reafirmo en lo de que me gusta la Navidad más que a un tonto un lápiz. Miren ustedes, en Nochebuena te da un no sé qué que qué sé yo cuando ves a toda tu gente cantando villancicos y devorando langostinos. Será la sobredosis de sidra y turrón—que todo puede ser—pero a mi se me cayó la lagrimica. Uno que es un sentimental. Y de paso me llevo “by the face” el último libro de Pérez Reverte, una caja con cervezas de importación y una camiseta la mar de apañá, mireusté.
Ahora viene lo peor. O lo mejor, según se mire. Nochevieja en el pueblo y cubatas a precios de cerveza en Barcelona. Vamos, que la cosa se presenta prometedora.
Atrás queda otro año, virgen santísima, como pasa el tiempo. Y otro añito más a la mochila. Otro año cargado de experiencias, de amigos, de juergas, de lágrimas de recuerdos. Otro año que se suma a uno, a lo que es, y ya no le abandonará jamás. Decía alguien que somos la suma de nuestras experiencias. Nada que objetar. Espero empezar el año siendo un poco más sabio y un poco mejor persona, que al final de eso se trata. Espero que mis amigos se acuerden de mi y me manden mensajitos. Que esa chica estupenda siga estando el año que viene y que no nos falte nadie cuando nos comamos las uvas del 2006.
Y hablando de años. Este no va a ser normal. Los años acabados en 5 tienen algo de cifra redonda que los demás no tienen. Cambio de década en el calendario personal e intransferible. Treinta tacos, treinta, que se dice pronto, que va a cumplir el menda. Pero bueno, que me quiten lo que llevo entre pecho y espalda, que no es poco.
Ya sé que queda muy cursi lo de las buenas intenciones, lo de desear un feliz año, etc. Pero no vayamos a leches, si no lo hacemos ahora el resto del año vamos a nuestra bola. Así que les deseo a todos ustedes, ya sean cristianos, musulmanes, votantes de Ansar o de Petazeta, comunistas, fontaneros y demás fauna, un feliz año 2005. Piensen ustedes que al final sólo nos queda la gente. Sólo nos quedan los amigos y la familia, los buenos momentos y el calor humano. Así que esta nochevieja emborráchense, disfruten, háganle el amor a la parienta o al maromo, o canten el Asturias patria querida, pero dense un respiro—por una vez—y disfruten, coño.

Feliz año a todos el mundo!!!!

PD. Vuevo para Reyes

4 comentarios

paula -

Bebamos mucho. Feliz año!

Chorche -

Bebamos, joder.

marquinho -

Bon any!!!!

Deja alguna gota para los otros!!!

Víctor -

Igualmente compañero; feliz año!