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La Pasión

La Pasión Escuchaba esta mañana en la radio la polémica que se ha desatado sobre la última película de Mel Gibson. Al parecer el actor/director australiano, llevado por su integrismo católico, ha recreado la Pasión de Cristo de un punto de vista de extrema ortodoxia. No he visto la película y por lo tanto no puedo emitir un juicio de valor sobre ella, pero sí que me gustaría dejar claros unos cuantos puntos que por lo visto la película no ayuda a esclarecer. Para Gibson, como para la mayoría de católicos, Jesús murió en la cruz por culpa de la acusación de su propio pueblo, es decir, los judíos. La mitología cristiana ve a Jesús como el hijo de Dios, cosa ya de por sí suficiente para que los sacerdotes hebreos lo hubiesen acusado. Pero aquí es donde aparece el problema.
Jesús, o mejor dicho Isua ben Ioseph de Nazareth, nació aproximadamente hacia el año 10 u 8 antes de la era crisitiana (que fue la época del censo que mando hacer Augusto a todos los pobladores de las provincias del imperio). Este primer hecho ya entra en contradicción con la datación tradicional y se debe al error de un monje medieval a la hora de fijar el nacimiento de Cristo. Poco sabemos aparte del personaje histórico salvo las cuatro líneas que dejó escritas el historiador romano de origen judío Flavio Josefo: "Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio (si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo), y atrajo hacia Él a muchos judíos (muchos griegos además. Era el Cristo). Y cuando Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no abandonaron (ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas) La tribu de los cristianos llamados así por El no han cesado hasta este día." (Antiquities XVIII, iii, 3)".
Al parecer era carpintero o albañil, cosa que no queda muy clara debido a al traducción al griego, y se relacionó en su juventud con la secta ascética de los esenios. Pero lo más importante y fundamental para esta historia es que murió en la cruz aproximadamente cuando contaba 33 años. Este último dato es el que arroja dudas sobre la versión oficial que ha dado la Iglesia en los último 2000 años. El castigo en la cruz estaba reservado para aquellos que atentaban directamente contra el poder político de Roma; Espartaco fue otro cruzificado célebre y qué decir de su revuelta contra Roma. Pues bien, si Jesús hubiese sido ejecutado pro herejía, por decir que era hijo de Dios, el castigó establecido por la ley hebrea hubiese sido la lapidación. En contra de la versión ofrecida por los evangelios, Poncio Pilato fue un gobernador brutal que crucificó a miles de judíos por oponerse al poder de Roma. Ergo, a Cristo no lo mataron por ser un heterodoxo en materia religiosa sino más bien porque fue un líder político opuesto a la ocupación de su tierra por parte de una potencia extranjera. Este hecho quedó tergiversado por la aparición en escena del único apostol que no conoció personalmente a Jesús: Pablo. Fue Saulo de Tarso el que inventó el cristianismo. Él fue quien llevó el cristianismo fuera de los límites del judaísmo para desagrado del resto de los apostoles de primera hora. De hecho, éstos, encabezados por Santiago, hermano de Jesús, fueron una secta autónoma judía hasta bien entrado el siglo III. En resumen, la idea de que Cristo fue ejecutado por orden judía carece de fundamento histórico y la versión de un Cristo combatiente contra el poder imperial es la que más se acerca a los hechos históricos. Si el bueno de Pablo no hubiese realizado esta interpretación libre de la vida de Jeús, posiblemente el pueblo judío se hubiese ahorrado 2000 años de persecución. No sé que hunbiera pensado Jesús, dos milenios después, si supiese la persecución a la que se sometió a su pueblo en su propio nombre y, más paradójico todavía, que la capital de sus seguidores se situó finalmente en Roma.

1 comentario

manu -

te lo repito! buenísimo.