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De safari

De safari Veinte ene, vetinte. Qué se dice pronto. Y veintinueve añitos—los que tiene el menda—que hace que murió Frasquito. El amigo de los niños, centinela de occidente, un señor bajito con bigote. Hasta en eso somos cutres los españoles; nuestro dictador fascista tenía pinta de portero. En fin, cosas veredes.
En esta fecha trágica también murió José Antonio. Un tipo que la mayoría de mis contemporáneos no tienen ni puta idea de quién fue ni lo que hizo. Básicamente fue el introductor—junto a Ramiro Ledesma y algunos otros—del fascismo en España. Un fascismo muy sui generis que el señor bajito reinterpretó a su manera una vez fuera de circulación—o asimilados—los restos del falangismo primigenio. Vamos , que la fecha da para mucho. Sobre todo para que se concentren señores con camisas azules y banderas con pajaritos y levanten brazos en una mala imitación del saludo romano.
Pues bien, queridos niños, hoy también—y esto es lo que realmente le importa a la gente—hay partido de fútbol. Que viene a ser un juego en el que 22 millonarios le dan golpecitos a una esfera de piel para meterla por el marquito contrario. Como ven al que escribe le apasiona el asunto. Más cuando se ve a esos monos millonarios saliendo del aeropuerto y rodeados de imbéciles en estado de histeria cogiéndoles la ropa y pidiéndoles autógrafos como posesos. Claro, se lo creen. No se lo van a creer si además sus coeficientes intelectuales no les dan para más que para decir cosas como “el futbol es asín”. Uno prefiere las luchas de gladiadores de la antigua Roma, qué quieren que les diga. Por lo menos había más emoción y se jugaban los huevos aquellos señores con pinta de truchas.
Pero miren como cambian los tiempos, hoy un país entero va a estar pendiente de la batalla incruenta entre en centralismo españolista y el sentimiento periférico nacional. ¿Un país entero? Ni de coña. Todavía quedamos irreductibles galos que nos pasamos por el arco del triunfo al Barsa, al Madrid y a Rita la canataora. Vamos hombre, de qué. Al fin y al cabo estos 22 monos mercenarios no representan a nadie más que a sus cuentas corrientes y a las lumis a su cargo. Aquí su servidor, por una cuestión meramente de tocar lo cojones, se alegraría de que ganase el Madrid, y más en esta fecha y habiendo dicho Carod lo que ha dicho. Pero vamos, que no se vayan ustedes a imaginar nada, si uno viviese en Marid estaría encantado con una victoria azulgrana.
De todas formas, lo realmente interesante de una jornada como la de hoy es dejarse caer por el Valle de los Caídos—por Dios y por media España—y quedarse con la copla. Ver a los mencionados señores con camisas azules y las susodicas banderas con pajaritos cantando canciones de boy scouts pero pasadas de tono. Eso sí que da un morbo que te rilas y lo demás son tonterías. Porque pensándolo bien, hagan ustedes lo que hagan se van a pasar la tarde rodeados de monos. Así que ya puestos llevense la cámara y saquen alguna foto. Igualito que en un safari, oiga.

PD También es el aniversario de la muerte en extrañas circunstancias durante la Guerra Civil--como que parece que lo pelaron sus propios camaradas--de Buenaventura Durruti. Que era un señor anarquista que tiene el honor de haber sido el personaje con el entierro más multitudinario ocurrido nunca en Barcelona. A la mayoría--no todos-de los que le reivindican ahora también es para verlos en plan safari.

1 comentario

Oscar -

El 20-N también es el aniversario de la muerte de Buenaventura Durruti.