Rambo is dead
El pasado sábado murió el inefable Ronald Reagan. El hombre que calificó a la extinta URSS como el imperio del Mal, que subvencionó a la Contra nicaragüense con armas vendidas a Irán o que quiso realizar el descabellado proyecto de Iniciativa de Defensa Estratégica, más conocido como la Guerra de las Galaxias. Este último punto merecería por sí mismo un capítulo aparte. Un grupo de escritores de Ciencia Ficción lograron convencer a Reagan de que era posible crear un escudo impenetrable capaz de detener un ataque con misiles soviético. Miles de millones de dólares se gastaron en ese proyecto que nunca llegó a fructificar pero que supuso el colapso económico de la Unión Soviética. Los rusos se tragaron el órdago de Reagan y llegaron a destinar más del 50% de su PIB al desarrollo armamentístico. Todo un esfuerzo que acabó con la economía socialista.
Otro de los logros de Reagan fue el financiar al magnate saudí Osama Bin Laden, un muhaidin defensor de la libertad en Afganistán. La época de Reagan será recordada como la época de Rambo. Uno de los eslogans del fallecido presidente para ser reelegido fue Rambo is a Republican. Mientras las políticas sociales se recortaban cada vez más y grupos enteros de ciudadanos quedaban excluidos del amparo del estado, Reagan supo aglutinar a los sectores más reaccionarios de la sociedad norteamericana en un proyecto de cruzada moral contra el crimen y la inmoralidad.
El legado de Reagan sigue vivo en la política intervensionista de Bush junior y su fijación por malgastar el erario público en armamento. Los neocons estadounidenses se han quedado sin uno de sus padres, el hombre que llevó a cabo la Revolución conservadora. De lo que no cabe ninguna duda es de que Ronald Reagan fue el presidente que llevó a EE.UU a ser la única superpotencia, un legado de poder absoluto y arrogancia del que estamos pagando las consecuencias.
Otro de los logros de Reagan fue el financiar al magnate saudí Osama Bin Laden, un muhaidin defensor de la libertad en Afganistán. La época de Reagan será recordada como la época de Rambo. Uno de los eslogans del fallecido presidente para ser reelegido fue Rambo is a Republican. Mientras las políticas sociales se recortaban cada vez más y grupos enteros de ciudadanos quedaban excluidos del amparo del estado, Reagan supo aglutinar a los sectores más reaccionarios de la sociedad norteamericana en un proyecto de cruzada moral contra el crimen y la inmoralidad.
El legado de Reagan sigue vivo en la política intervensionista de Bush junior y su fijación por malgastar el erario público en armamento. Los neocons estadounidenses se han quedado sin uno de sus padres, el hombre que llevó a cabo la Revolución conservadora. De lo que no cabe ninguna duda es de que Ronald Reagan fue el presidente que llevó a EE.UU a ser la única superpotencia, un legado de poder absoluto y arrogancia del que estamos pagando las consecuencias.
1 comentario
Biafra -
Ahora resultará que el actor de tercera delator en la Caza de Brujas será una buena persona y todo.