El Tercer hombre

Richard Clarke ha hablado esta mañana en una entrevista en la cadena SER. El ex asesor de seguridad del presidente Bush, dimitió hace unos meses por su oposición a la guerra en Irak. Clarke, poco sospechoso de “antipatriota “ o “izquierdista”, le ha contado a Iñaki Gabilondo que el terrorismo –la gran obsesión de Bush—era la cuarta o la quinta prioridad de su ejecutivo antes del 11-S.
El ex asesor cuenta también en su libro cómo se tomó a broma una sugerencia de Rumsfield para bombardear Irak ya que “se habían quedado sin objetivos interesantes en Afganistán”. Al parecer aquello no iba en broma. LA imagen del gabinete Bush es la de unos personajes mesiánicos imbuidos en una idea de cruzada. Unos seres maniqueos incapaces de ver la realidad en diferentes tonalidades que no sean el blanco y el negro.
Clarke advierte que Bush no es imbécil, simplemente carece de “curiosidad intelectual”; habrá que tenerlo en cuenta. Pero lo que más llama la atención es lo que dice sobre Irak. Reconoce abiertamente que antes de la guerra, el país no era un amenaza terrorista;es ahora cuando el país se ha convertido en un avispero como reacción de la actuación norteamericana. Una intervención que ha sembrado de odio Oriente Medio.
Y en contra de la "dialéctica de los tanques", Clarke recomienda que se luche contra el terror construyendo escuelas que enseñen respeto y tolerancia. La educación y los Derechos Humanos como arma contra el fanatismo; toda una lección que aprender para Bush.