Crimen imperfecto
El otro día asistí a un crimen. Como se lo digo. El asesinato en cuestión fue incruento, y la vícitma, un tal Edmundo Dantés, no dijo ni pío.
Los lectores avezados ya habrán pillado de qué demonios hablo. Pues sí, queridos lectores, para aquellos de ustedes que aún no lo sepan, el otro día vi una adaptación cinematográfica de El conde de Montecristo. Algunos recordarán quizácomo el arriba firmante les comentó hace cosa de un mes lo mucho que disfrutaba de esta novela. Más de mil cuatrocienta páginas en dos vólumenes impecablemente editados por Cátedracon la más bella y mejor narrada historia de una venganza que el ser humano masculino haya escrito nunca.
Pues eso. Que el otro día vi lo que los yankis hamburgueseros llaman tv movie y que en castizo de toda la vida viene a ser una peli pa la tele. Ignoro la identidad del asesino, anque intuyo que debe tratarse de un guionista de esos que hacen películas de mamporros y rayos láser hasta en las pelis de romanos. Vamos, que toda la gracia del libro a tomar por saco. Edmundo Dantés el protareducido a un tipo gris, cínico y con ganas de liarse a sablazos con el primero que pasa. Hay que joderse. Pues no resulta que el tipo en cuestión parece más un mosquetero que el susodicho conde y eso que en la novela el amigo Dantés no tira de blanca en ningún momento--. Toda la gracia de una venganza perfectamente planificada reducida a cuatro hostias mal dadas.
Y ya ni hablar siquiera del abate Faria, y de los malos reducidos a caricaturas jolibudienses--, que dan ganas de coger al guionista y agredirle con los dos tomos anteriormente mencionados.
Uno ya columbra que adaptar una novela al cine tiene su qué. Pero es que hace cosa de un mes el que escribe vio una revisión del clásico hecha en Francia como Dios manda--e interpretada por Gerard Depardieu o como coño se escriba. Aquello era una película en condiciones, sin tanta explosión ni tanta hostia, conservando el espíritu de la novela.
Y es que en el cine, como en todos lados, abundan los mamonazos. Un tipo que así, a la primera de cambio dice, oye Johny, escríbeme una peli del libro este de la estantería, que dice mi primo Mike que es la hostia. Y el otro, el Johny de turno, se lee por encima el libro y te hace una hamburguesa con su pepinillo y todo.
A ver si aprendemos que tres mil años de historia y de cultura no se trasnplantan tan así como así al otro lado del charco. Que por mucho que quieran les falta sensibilidad y vergüenza torera para adaptar un clásico en condiciones. No digo que no lo hagan a veces, pero en la mayoría de casos meten la gamba hasta el sobaco. Y si no me creen alquilen el DVD de Troya. Yo todavía me estoy descojonando de la risa. Oigan.
Los lectores avezados ya habrán pillado de qué demonios hablo. Pues sí, queridos lectores, para aquellos de ustedes que aún no lo sepan, el otro día vi una adaptación cinematográfica de El conde de Montecristo. Algunos recordarán quizácomo el arriba firmante les comentó hace cosa de un mes lo mucho que disfrutaba de esta novela. Más de mil cuatrocienta páginas en dos vólumenes impecablemente editados por Cátedracon la más bella y mejor narrada historia de una venganza que el ser humano masculino haya escrito nunca.
Pues eso. Que el otro día vi lo que los yankis hamburgueseros llaman tv movie y que en castizo de toda la vida viene a ser una peli pa la tele. Ignoro la identidad del asesino, anque intuyo que debe tratarse de un guionista de esos que hacen películas de mamporros y rayos láser hasta en las pelis de romanos. Vamos, que toda la gracia del libro a tomar por saco. Edmundo Dantés el protareducido a un tipo gris, cínico y con ganas de liarse a sablazos con el primero que pasa. Hay que joderse. Pues no resulta que el tipo en cuestión parece más un mosquetero que el susodicho conde y eso que en la novela el amigo Dantés no tira de blanca en ningún momento--. Toda la gracia de una venganza perfectamente planificada reducida a cuatro hostias mal dadas.
Y ya ni hablar siquiera del abate Faria, y de los malos reducidos a caricaturas jolibudienses--, que dan ganas de coger al guionista y agredirle con los dos tomos anteriormente mencionados.
Uno ya columbra que adaptar una novela al cine tiene su qué. Pero es que hace cosa de un mes el que escribe vio una revisión del clásico hecha en Francia como Dios manda--e interpretada por Gerard Depardieu o como coño se escriba. Aquello era una película en condiciones, sin tanta explosión ni tanta hostia, conservando el espíritu de la novela.
Y es que en el cine, como en todos lados, abundan los mamonazos. Un tipo que así, a la primera de cambio dice, oye Johny, escríbeme una peli del libro este de la estantería, que dice mi primo Mike que es la hostia. Y el otro, el Johny de turno, se lee por encima el libro y te hace una hamburguesa con su pepinillo y todo.
A ver si aprendemos que tres mil años de historia y de cultura no se trasnplantan tan así como así al otro lado del charco. Que por mucho que quieran les falta sensibilidad y vergüenza torera para adaptar un clásico en condiciones. No digo que no lo hagan a veces, pero en la mayoría de casos meten la gamba hasta el sobaco. Y si no me creen alquilen el DVD de Troya. Yo todavía me estoy descojonando de la risa. Oigan.
3 comentarios
Niqmad -
Ara, el pitjor són les de cavernícoles amb la rossa d'ulls blaus, tota depilada i amb 'taparrabos' en forma de bikini...
donna darko -
manu -
Es curioso. Su interpretación en Asterix y Obelix dejó mucho que desear, al menos en la primera. Yo tb les hubiera tirado la colección de cómics a la cabeza a los guionistas. Sólo se salvó Laetitia Casta