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librodearena

El juego del palito

Miren ustedes, a mi esto del deporte como que no. Lo único la Fórmula uno, y debido a que el arriba firmante tiene octanaje en lugar de leucocitos. Dicho esto ustedes se dirán que muy bien, que a mi como si te la machacas, chaval. Y lo entiendo, pero es que no creo que a ninguno de mis compatriotas de Cataluñalandia –ese bonito país medieval de cuento de hadas donde todo el mundo habla catalán y baila sardanas—les guste verdaderamente el deporte. Aquí lo que se estila es hacer política aprovechando que 11 tipos le dan patadas a un esférico o, más recientemente, que cuatro chavales del interior le dan con un palito a una pelotita. Aquí el arriba firmante no sabe básicamente nada de Hockey ni puta falta que le hace. Basicamente a mi plin, pikolín. Siempre he considerado que este deporte entra dentro de la misma categoría que la petanca, o el ping pong.
Bueno. No quiero irme por los cerros de Úbeda. Decía que aquí parece que, a raíz de que la selección catalana ha ganado un mundial b de este deporte, la peña ha estado toda su puñetera vida yendo a ver partidos de Hockey, y que el Sport le dedica medio diario día sí día también. Claro, que esta es la versión de esa televisión local que emite desde Sant Joan d´Espí –concretamente desde un barrio en que el arrriba firmante dio clases y que los aborígenes llamaban la tebetré--. Decía que según Telebarsa aquí todo quisqui tiene un estick en el armario y una camiseta de la selección catalana. Como dice mi buen amigo Oscar Guardingo, es extraño ver a una multitud de púberes adolescentes con la camiseta de fútbol de la selección española cuando la verdadera reivindicación atávica de la mayoría de la nación catalana es la tener selección propia. Hay que joderse. ¿Pues no resulta que el segundo lugar de España con más peñas madridistas es Cataluña? Un fenómeno paranormal como otro cualquiera, oiga. Pero claro, llena la plaza de Sant Jaume de banderas aragonesas con estrellas y parece que aquí estemos a punto de declarar el Estado Catalán. Luego, si alguien pudiese ver dentro de las casas de la gente, vería a una inmensa mayoría con un ataque de risa que te rilas. En la calle es otra caso, claro, porque si expresas públicamente la vergüenza ajena que te provoca todo el tinglado este eres un facha, un "espanyol" y hablas una lengua genocida. Estamos rodeados de indios. Como en las pelis.
Claro que si los cuatro gatos estos que tanto ruido hacen tienen tanta ilusión ,pues vale, oye, que sí, que te vistas de lagarterana si quieres. Ahora, y eso es impepinable, que el Barsa juegue una liga con el Figueres y el Nástic. ¿No querían sopa?

4 comentarios

El autor -

Gracias. Por fin un indepe cabreado. Gracias , Dios. Ya estaba mosqueado porque no me llamaban fascista. Gracias, Ricard. gracias por hacerme ver que voys por el buen camino.

Ricard -

Amb gent com tu cada dia tinc més ganes de la independència. Tu no has entès res de res. Aquí pel que treballem és ser iguals que la resta. I passo de rebatre els teus comentaris tan xistosus perquè es massa fàcil fer-ho. Continua així noi. Amb gent com tu, els catalan arribarem tan lluny que no farà falta que parlis més de nosaltres.

marquinho -

no comment, hahahahhahaha

ricard -

Déjanos ser felices un día al siglo a los cuatro indios filomedievales. El siglo pasado, la proclamación de l'Estat Català. Este siglo, el mundial B de Hockey. Ya que lo pagamos todo, alguna alegría nos conviene. Ya me doy cuenta que de l'Estat Català a los 20 púberes con el palito dándole a la bolita (qué pensaría una buena psicoanalista freudiana argentina exiliada en París!) hay un cambio; son cosas de la metrosexualidad que todavía no has visto. Por cierto, la sopa que queremos es jugar directamente en la liga europea (de las naciones, se entiende, no de fútbol, algo muy vulgar comparado con lo fino que queda darle con el stick en vez de a coces...).