Va por ustedes
Cuando empecé a escribir esta página, a principios de este año si mi mente no me falla, no sabía si sería capaz de escribir un artículo diario. Más aún. No sabía si el arriba firmante sería capaz de encontrar un tema todos los días para llenar estas páginas electrónicas. Mi referencia en un principio fue el blog decano de mis amigos, unas chispas en el viento aragonés que dejaban intuir lo que se cocía detrás de los píxeles de la pantalla.
Todo este rollo viene porque ayer, esta modesta página registró 142 visitas. Yo aún no me lo creo, pero parece que el contador no engaña. En este tiempo de confidencias con mi blog ha pasado de todo. Desde los atentados del 11 M hasta la boda del vástago de los Borbones. También el diseño de la página ha experimentado cambios, así como el propio estilo del autor. A esto útlimo me gustaría referirme.
Desde que el arriba firmante empezó a escribir como pensaba, como le salía del estómago, esta página ha llegado a triplicar el número de visitas. Joder, si hasta me leen en México. La línea editorial--si se me permite la gilipollez y la pedanteríaes barriobajera, procaz y un tanto chulesca, no lo voy a negar. Aquí el arriba firmante no para de soltar tacos a diestro y siniestro y se cisca en la mayoría de convenciones sociales establecidas. Y a pesar de ello a la gente le gusta. O más concretamente, diría que eso es lo que la gente aprecia, que le digan las cosas a la cara.
También algunos se han rilado en la madre que me parió y le han repasado el árbol genealógico. Pero eso es normal y va con el oficio. Algo normal si tenemos en cuenta epítetos como aldeano, indio, irracional y otras lindezas que les suelto, día sí, día no, a mis primos nacionalistas. Pero lo que el arriba firmante no piensa hacer es dejar de repartir caña y de dar su opinión en una sociedad, como la de Cataluñalandia, en la que todos somos muy progres, muy modernos y muy políticamente correctos. Tampoco piensa callarse cuatro verdades sobre este país mío antiguamente llamado España. Un país al que quiero y al que odio al mismo tiempo. Lleno de chorizos, lumis y mercachifles, pero a la vez repleto de buena gente y de amigos con los que tomarse una cerveza mientras te cuentan su historia.
Así que bueno, como dice el dicho el gato es mío y me lo follo cuando quiero. Así que desde esta página sólo me queda darles las gracias a todos ustedes y decirles que aquí el menda va seguir repartiendo leña como el primer día. Con dos cojones.
Todo este rollo viene porque ayer, esta modesta página registró 142 visitas. Yo aún no me lo creo, pero parece que el contador no engaña. En este tiempo de confidencias con mi blog ha pasado de todo. Desde los atentados del 11 M hasta la boda del vástago de los Borbones. También el diseño de la página ha experimentado cambios, así como el propio estilo del autor. A esto útlimo me gustaría referirme.
Desde que el arriba firmante empezó a escribir como pensaba, como le salía del estómago, esta página ha llegado a triplicar el número de visitas. Joder, si hasta me leen en México. La línea editorial--si se me permite la gilipollez y la pedanteríaes barriobajera, procaz y un tanto chulesca, no lo voy a negar. Aquí el arriba firmante no para de soltar tacos a diestro y siniestro y se cisca en la mayoría de convenciones sociales establecidas. Y a pesar de ello a la gente le gusta. O más concretamente, diría que eso es lo que la gente aprecia, que le digan las cosas a la cara.
También algunos se han rilado en la madre que me parió y le han repasado el árbol genealógico. Pero eso es normal y va con el oficio. Algo normal si tenemos en cuenta epítetos como aldeano, indio, irracional y otras lindezas que les suelto, día sí, día no, a mis primos nacionalistas. Pero lo que el arriba firmante no piensa hacer es dejar de repartir caña y de dar su opinión en una sociedad, como la de Cataluñalandia, en la que todos somos muy progres, muy modernos y muy políticamente correctos. Tampoco piensa callarse cuatro verdades sobre este país mío antiguamente llamado España. Un país al que quiero y al que odio al mismo tiempo. Lleno de chorizos, lumis y mercachifles, pero a la vez repleto de buena gente y de amigos con los que tomarse una cerveza mientras te cuentan su historia.
Así que bueno, como dice el dicho el gato es mío y me lo follo cuando quiero. Así que desde esta página sólo me queda darles las gracias a todos ustedes y decirles que aquí el menda va seguir repartiendo leña como el primer día. Con dos cojones.
10 comentarios
marquinho -
La hermana -
arantza -
ricard -
Biafra -
P.D. Nen, antes de que R. se nos pire a las tierras de Mao, deberíamos quedar con él, did ya know.
Chorche -
elprimo -
Fíjate de lo que me sirve estudiar publicidad. Casi que sigo prefiriendo la historia...
Por cierto, te planteo unas cuestiones: ¿Qué valor tiene escribir en un periódico si, aunque te lea mucha gente, no podrás hacerlo libremente?¿Qué buscamos los comunicadores: audiencia, calidad o libertad?
Yo pienso que si buscamos audiencia somos unos vendidos, si buscamos calidad nos volvemos megalómanos (la gente así se suele creer adalid de la cultura y la intelectualidad) y si buscamos libertad nos comemos una mierda...Lo que habrá que buscar es el justo medio.
manu -
manu -
Víctor -