Q
Decía el otro día un escritor al que el arriba firmante es muy aficionado, que la buena novela histórica es la que desde el pasado te hace entender el presente. Chapó. Por mi parte nada que objetar.
Pero si además la novela en cuestión te atrapa, te sumerge, entonces la jugada es perfecta.
Q. Pedazo de novela. Las mejores líneas de ficción escritas sobre el siglo XVI ¿He dicho ficción? Pues perdonen vuestras mercedes porque, según los autores, el 90% de la trama es cierta. Vamos, que lo que sucede en las líneas sucedió en verdad salvo la existencia de los protas. Eso es lo más increible. Que ese trasfondo sea cierto, que hubiera una época tan convulsa y movidita como la descrita antes de la tan vanagloriada era de las revoluciones. La Guerra de las galaxias parece un cuento infantil entre tanta intriga, tanta batalla y tanta mala leche.
Dije hace unos días que qué pasaría si mezclasemos El Capial, El Nombre de la rosa y El Péndulo de Foucault. Joder, vaya mix. Pero va más allá. Hay mucha literatura en este libro, muchas horas perdidas en una biblioteca y una forma de ver el mundo con la cual el arriba firmante comparte mucho.
La Historia explicada desde el punto de vista de los que siempre pierden, de los que siempre reciben. La historia como lucha, como movimiento, como un laberinto. Derrota tras derrota. Pero al final siemrpe queda el gustirrinín de saber que se les ha tocado los cojones a los poderosos. La ilusión de saber que siempre habrá algún tipo que diga que por aquí, que yo por ese aro no paso, mireusté.
Una gozada, señores, una auténtica gozada. Y si encima uno ha sido tan loco como para pasarse 5 años en una facultad de Historia el orgasmo es completo.
Vamos, que se lo lean ustedes. Van a disfrutar como enanos. Palabra.
Qoèlet
Pero si además la novela en cuestión te atrapa, te sumerge, entonces la jugada es perfecta.
Q. Pedazo de novela. Las mejores líneas de ficción escritas sobre el siglo XVI ¿He dicho ficción? Pues perdonen vuestras mercedes porque, según los autores, el 90% de la trama es cierta. Vamos, que lo que sucede en las líneas sucedió en verdad salvo la existencia de los protas. Eso es lo más increible. Que ese trasfondo sea cierto, que hubiera una época tan convulsa y movidita como la descrita antes de la tan vanagloriada era de las revoluciones. La Guerra de las galaxias parece un cuento infantil entre tanta intriga, tanta batalla y tanta mala leche.
Dije hace unos días que qué pasaría si mezclasemos El Capial, El Nombre de la rosa y El Péndulo de Foucault. Joder, vaya mix. Pero va más allá. Hay mucha literatura en este libro, muchas horas perdidas en una biblioteca y una forma de ver el mundo con la cual el arriba firmante comparte mucho.
La Historia explicada desde el punto de vista de los que siempre pierden, de los que siempre reciben. La historia como lucha, como movimiento, como un laberinto. Derrota tras derrota. Pero al final siemrpe queda el gustirrinín de saber que se les ha tocado los cojones a los poderosos. La ilusión de saber que siempre habrá algún tipo que diga que por aquí, que yo por ese aro no paso, mireusté.
Una gozada, señores, una auténtica gozada. Y si encima uno ha sido tan loco como para pasarse 5 años en una facultad de Historia el orgasmo es completo.
Vamos, que se lo lean ustedes. Van a disfrutar como enanos. Palabra.
Qoèlet
6 comentarios
el autor -
Biafra -
el autor -
Audrey -
Biafra -
Ah! Me ha servido para el post de hoy :)
Anónimo -
A mi em va agradar molt. És tipus (i perdoneu la simplificació) "Las venas abierta de América Latina" de Eduardo Galeano. És a dir, història que pot llegir qualsevol sense atabalar-se massa amb tecnicismes. :-)