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El Plan

Leía ayer un artículo muy interesente linkeado en el blog de mi amigo Chorche. Jabier Ybarra escribía una parábola referente a una familia vasca y su actitud ante el Plan Ibarretxe y toda esa monserga. Miren ustedes, a uno hay cosas que ya sea por sentido común o por memoria histórica le preocupan un poquitín. Esto del plan parece, más que otra cosa, una huida hacia delante del nacionalismo vasco ante una situación de estancamiento. Y no tanto una reacción frente a la inflexibilidad del anterior gobierno del Partido Popular como un órdago de los de toda la vida.
Hace un tiempo la excusa era que desde Madrid gobernaban unos fachas que no tenían la sensibilidad necesaria para comprender las minorías nacionales. Ahora, en estos momentos de diálogo y talante, se ha demostrado que el nacionalismo es unidireccional e historicista. Su única ambición es la sobreanía, le pese a quien le pese y aunque para ello se obvie la voluntad de la mitad de la población que se pretende "desagraviar". Otra cosa son las justificaciones basadas en la historia y toda esa cantinela, mireusté. Allá cada uno con sus gustos literarios y sus fuentes de información, que para eso existe la libertad de expresión.
Lo que le preocupa es la poca responsabilidad de la clase política de este país. Sabido hasta la saciedad—y repetido mil veces en esta página—es que este es un país de caínes analfabetos con muy poca mecha. En los últimos doscientos años hemos vivido la tira de guerras civiles, pronunciamientos, huelgas generales revolucionarias y motines por un tubo. Y con todo, en el 77 los españoles se pusieron de acuerdo y sacaron adelante una constitución que, si bien no al gusto de todos, por lo menos ha impedido que nos tiremos los trastos a la cabeza a la mínima de cambio. Ninguna maravilla, reitero, pero algo es algo, y más si tenemos en cuenta quienes somos y de dónde venimos.
La integridad territorial de la nación española en la convivencia y en la democracia—el verdadero derecho a la autodeterminación—. Pero el asunto no es el derecho a la autodetermionación en abstracto, aunque nos lo intenten vender así desde el nacionalismo ultrmontano. La supuesta nación vasca está dividida más o menos por la mitad entre aquellos que votan nacionalismo y aquellos que votan a los partidos nacionales—españoles—. Como me contaba un amigo vasco, habría que ver la legitimidad de un referendum ganado por la mitad más uno, en el caso de que se ganase, y habría que ver también cómo y quien vota. El nacionalismo moderado, en gran parte instaurado en la burguesía vasca, no vería tampoco con buenos ojos una independencia total de España. Además está la cuestión de la financiación. O a ver si no como se lo montan para mantener la sanidad y las obras públicas con dos millones y medio de contribuyentes. Sin contar la caída de las exportaciones, la fuga de capitales, etc. POr no hablñar de la anunciada secesión de Álaba del resto del País Vasco.
Pese a todo el plan sigue su marcha. Y a veces uno se pregunta si dado el caso se suspendería la autonomía, o qué pasaría si se convocase un referendum en el que una policía tendría órdenes de defenderlo y las otras de no permitirlo. Un Cristo.
Lo mejor que podrían hacer los partidos nacionales es llamar a la abstención total en este tipo de saraos. Que no vaya nadie a votar ni planes, ni referendums ni historias por el estilo. Ganarían los nacionalistas, sí, pero ¿con qué legitimidad? Y a ello también contribuiría que desde según que sectores de la derecha cavernícola se achantasen un poco y parasen de sacar proclamas incendiarias. La ley está para cumplirla, y no existe necesidad alguna de sacar tanques a la calle ni de suspender autonomías. Si alguien va contra la legalidad, que apechugue. Aun y así queda claro que la clase política de este país no está preparada para montar ciscos como este. Si se dedican a calentarle la sangre al vecindario lo más seguro es que se les vaya el asunto de las manos y, entonces sí, más de alguno se tenga que acordar—y esta vez con razón—del 36.

4 comentarios

DaWyZ -

Bien dicho, la libre asociación existe si es cosa de los dos, sinó es subirse a la chepa.

Kali -

Y digo yo, que para que esten libre-asociados nos tendran que preguntar tb a los españoles no?. Por que si se quieren ir, que se vayan, pero k no chupen del frasco. Te sigo leyendo joven!

Yuri Gagarin -

En mi opinión, esto del estado libre asociado es una propuesta tan ridícula que resulta absurda en su simple planteamiento. Si quieren la secesión que la planteen y a ver quién les sigue, pero que no mareen la perdiz.

Biafra -

Estaba yo ahi cuando lo del colega vasco... algunos se sorprenderian de qué ideas se gasta.