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librodearena

Ese caballo que viene de Bonanza

Ese caballo que viene de Bonanza Les quería hablar hoy de otra cosa, pero he amanecido con el colmillo goteante y sólo me faltaba leer lo de la estatua del Caudillo. Por Dios, esto ya es lo último. Si es que estos rojos no respetan ya nada, virgen santísima.
Pues eso, que al parecer han quitado la última estatua de ese señor bajito con bigote—el amigo del abuelo de Aznar—que tuvo a España en un puño durante 36 años y que dormía con el brazo incorrupto de santa Teresa a modo de aplique de la mesita de noche, casi na. En la COPE—tú que vives y reinas en el reino de los cielos—están indignadísimos y han puesto en su web hasta una encuesta que pregunta si nos parece bien que se quite la estatua de Franco. Ya se pueden imaginar ustedes el resultado de la encuesta. Un 74% de visitanmtes de la página han votado que no. Santiago y cierra España se dirá más de uno. Rodeados de moros, separatistas y un gobierno repleto de marxistas ateos y masones. La cosa manda güevos pensará más de uno.
Personalmete que quiten o no la estatua más bien me importa poco, este país tiene otros problemas más acuciantes. De todas formas cabe recordar que este señor fue un dictador, que se alzó en armas contra un gobierno legítimo (por muy cachondeo que muchos digan que fue la República) y que junto a unos amigotes montó la escabechina más grande que vieron los tiempos en solar ibérico. Que a muchos les caía bien este señor es harto sabido. Incluso a mucho político gaviotero y “demócrata de toda la vida”. Cabría preguntarse si este hombre que traicionó a falangistas de primera hora, monárquicos y carlistas sirvió a alguien más que a una clase privilegiada y carcamal de españoles dedicados desde hace siglos al parasiteo, y encarnados por el señorito sevillano y el pijo "estilo Agag". Cabría preguntarse si este señor del caballo hizo algo por España más que condenarla al ostracismo, al atraso y la mediocridad de los años del nacional-catolicismo, porque lo de que la salvó del comunismo ya no se lo cree nadie con dos dedos de frente. Más allá de sus obsesiones por rojos, masones y homosexuales, a este señor bajito y con bigote deberían de dejarle la estatua y cambiarle el pie de foto. Es decir, que bajo el pedestal se explicase lo mediocre y meapilas que fue el sujeto en cuestión. Y en un país de políticos de pacotilla como este llevarse el premio al más ridículo requiere de un esfuerzo que hasta los señores de la COPE deberían tener en cuenta.

2 comentarios

DaWyZ -

Y todavía quedan plazas con su nombre, por ejemplo en Saldaña (Palencia)... yo he estado allí

Kali -

Mmm, no era la ultima estatua de espanya. En Santander todavia hay una en la plaza del ayuntamiento. Y bueno, en Salamanca tenemos un medallon suyo en la plaza mayor...