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librodearena

Borregos

Aquí me tienen ustedes de nuevo. Recuperado y descansado tras dos semanas de curro agotador. Lo malo del asunto es que este fin de semana he acudido como testigo a dos hechos lamentables. A saber, la victoria del Barça y la peregrinación del Rocío. Dos hechos que me han ratificado, una vez más, en la opinión de que vivo en un país de gilipollas. Porque esto no tiene otro nombre. No tiene nombre el salir del currelo a las doce y media de la noche y toparte con una panda -miles y miles- de capullos tocando el cláxon, gritando en pleno estado de éxtasis. Que sí. Que visca el Barsa y visca Cataluñalandia, que sí. Pero por favor, en tu casa y con tu señora. No a las tantas por una ciudad impracticable a causa del borreguismo humano. Porque a ver de qué que una panda de monos -untermenchen los llamaba uno- millonarios provoquen lo que provocan. Mire usted, si ganan la liga los millones, las putas y la farlopa se la llevan ellos, no usted. Usted, querido amigo, se queda con su piso de 60 metros, su maruja y su curro de 600 euros al mes. Y mañana, querido soplapollas, seguirá usted aguantando al estúpido de su jefe tras meterse dos horas de metro y autobús entre pecho y espalda. Y si eso no es ser un pringao, que baje Dios y lo vea.
Que lo celebren lo ostros, los monos, pues tiene su sentido. Al fin y al cabo viven del tema, y se trincan una pasta gansa por darle al esférico. Son ellos, y no la caterva de tontos del culo, los que se trincan las lumis ­como ya he dicho-, tienen novias top model igual de subnormales que ellso y van a trabajas en Ferrari o en BMW. Que se alegren ellos, que además suelen ser de clase humilde y algunos incluso pobres de solemnidad, pues de coña, un aplauso de mi parte. Pero lo demás ya es de juzgado de guardia. Y eso por no hablar de lo del Rocío. Eso sí que toca la moral cuando ves a según qué energúmenos pasándose criaturas en volandas como si fuesen bolsas de la compra. Total ¿para qué? Para que toquen el manto de la “sin pecado” o como coño la llamen. Panda de vividores, señoritos de medio pelo, folklóricas copn el arroz pasado y su coro de palmeros finos -aquí sí, literales- hasta la cofia de cocaína y fino La Ina, que hasta rima y todo, mireusté. Pues eso, que ahí los tienen. Dos millones de soplagaitas que no se echarían a la calle ni auunque les privatizaran el respirar. Una panda de borregos, qué iluzión, vé a la virhen, compadre. Ehto eh lo mah grande. Con sus ataques de histeria y ese look innenarrable que mezcla trajes de sevillana (o de cordobés) con gafas de sol estilo pantalla de rádar.
Vergüenza lo que siente uno ante tanto majadero y tanto asaltarenes. Borregos, que se dan de hostias por su Barça o su virrgen del rocío. Pane et circus, que dedcían los romanos. Aunque por lo menos en el circo a los futbolistas de la época, los gladiadores, y a los devotos de la virgen los pasaban a navaja. Qué tiempos aquellos.

4 comentarios

DaWyZ -

Visca el Barça y bizca Catalunya!

el autor -

Y de farlopa como la extinta Carmina Ordonñez... Lo sé, querido Gagarin, lo sé...

PEPE -

AMEN, A TO,QUILLO.

Amigo Gagarin -

Te equivocas en lo del Rocío, Sergio. La gente no va a tocar el manto ni a ver a famosos. Va a cantar, bailar, ponerse morado de jamón y fino y ver si liga. Actividades todas ellas muy dignas. Y si no, ve un año al Rocío en Cataluña. Lo de la Blanca Paloma es una excusa para ponerse ciego de comer y beber.