Blogia
librodearena

La portada de El Periódico

La portada de hoy de El Periódico no tiene desperdicio. Se trata de una carta de un profesor de secundaria que está literalmente hasta las gónadas de que le tomen por el pito del sereno. En este blog ya he tratado varias veces el problema que sufren los institutos en la actualidad. Lo que me hace mucha gracia es el medio donde aparece la carta; El Periódico, o sea, un nido de progres de la talla de Margarita Sáez. Ahí queda la cosa. Ahora todo son lágrimas y depresiones, pero cuando se quiso poner un poco de orden en el asunto le saltaron a la yugular al PP. Porque la Ley de Calidad de la Enseñanza era eso, un intento de que la educación no acabara siendo -como ha ocurrido- el chichi de la Bernarda.

Y ahora van y se lamentan. Claro, cuando se dan cuenta de que tenemos una generación de discapacitados culturales se acuerdan de santa Bárbara. Vivir para ver. Después de que sucesivos gobiernos socislistos se pasaran por la  piedra el sistema educativo su coro de palmeros dice que no puede ser, que dónde vamos a llegar. Todo esto ya se sabía, pero no hicieron ni caso a las críticas y se cepillaron cualquier posibilidad de remedar la situación. Todo en nombre del progresismo barato y del talante. Miren ustedes en qué ha quedado la cosa. A ver de qué un chaval va a pasar de curso con todo suspendido, o cómo es posible que un crío de 16 años le bacile un tio con barba que además es licenciado en vaya usted a saber qué.

Dicen los profes que se ha perdidos el respeto, la educación y la disciplina. Unos valores que para algunos eran sumaente reaccionarios. El esfuerzo y el trabajo han dado paso a la desidia y al cachondeo. ¿Y ahora qué? Pues resulta que ahora esos mismo porgres que denostaban los valores antes mencionados ahora los reivindican. Y lo hacen porque en el fondo no son ni reaccionarios ni progresistas, son valores. Por no hablar del problema de la inmigración. Sí, problema, no fenómeno o nada parecido. Es lo que es. Y lo es porque no se puede meter a un chaval de 14 años que no habla ni papa de castellano -por no decir catalán- en una clase de 3º de ESO. Por no hablar de que las diferencias culturales hacen que muchas veces surjan problemas de integración, de adaptación e incluso de violencia. Y esto tampoco lo digo yo, lo dicen los profesionales de la educación y el propio autor de la carta que publica El Periódico. Pero ya ven, así nos va.

Estaría bien que reconocieran que la han cagado vilmente. Pero no se hagan ilusiones, no lo harán. Mientras tanto la última generación de españoles no sabrá hacer la o con un canuto. Todo en nombre del progreso, manda huevos.

0 comentarios