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Libertad de expresión

Libertad de expresión

Me pone literalmente de los nervios la enconada defensa de la libertad de expresión de muchos de mis antiguos compañeros de viaje. No por la defensa en sí, que me parece encomiable en gente que se pasa la vida alabando las maravillas de la Dictadura del Proletariado. No. Lo que me irrita sobremanera es que se acuerden de la libertad de expresión cuando les interesa. Ahora les ha dado con De Juana Chaos.

Pero que nadie olvide que éstos son los mismos que no abren la boca cuando quien está en la cárcel es un disidente cubano que en su vida le ha puesto la mano encima a nadie. El consabido doble rasero que siempre he mencionado. Es lo mismo que le pasó al pobre Solzhenitsyn cuando visitó España durante los últimos estertores del franquismo. Imaginen ustedes, en un país donde las libertades políticas brillaban por su ausencia, donde el Partido Comunista gozaba de un aura beatífica y de resistencia ante el statu quo, el disidente soviético se atrevió a declarar lo siguiente:

¿Saben ustedes lo que es una dictadura? (...) Los españoles son absolutamente libres para residir en cualquier parte y de trasladarse a cualquier lugar de España. Nosotros, los soviéticos, no podemos hacerlo en nuestro país. Estamos amarrados a nuestro lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tengo derecho a marcharme a tal o cual población (...)
Los españoles pueden salir libremente de su país para ir al extranjero (...) En nuestro país estamos como encarcelados. Paseando por Madrid y otras ciudades (...) más de una docena, he podido ver en los kioskos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increíble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros se verían inmediatamente docenas y docenas de manos tendidas luchando por procurárselos (...)
También he observado que en España uno puede utilizar libremente las fotocopiadoras (...) Ningún ciudadano de la Unión Soviética podría hacer una cosa así en nuestro país.
En su país (dentro de ciertos límites, es cierto) se toleran las huelgas. En el nuestro, y en los sesenta años de existencia del socialismo, jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huleguísticos de los primeros años del poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladora.(...)
Si nosotros gozásemos de la libertad que ustedes disfrutan aquí, nos quedaríamos boquiabiertos.


Las reacciones de la izquierda no tardaron en llegar. Al bueno de Solzhenitsyn lo pusieron a caer de un burro. Incluso un autor de la innegable talla de Juan Benet declaró que “mientras existan gentes como Alexandr Solzhenitsyn, perdurarán y deben perdurar los campos de concentración. Tal vez deberían estar un poco mejor custodiados”.


Esta es la libertad de expresión que defienden los revolucionarios de salón. Yo les preguntaría, si en tan alta estima tienen este precepto ¿por qué callaron como putas en 1956 cuando los soviéticos se pasaron por el arco del triunfo la libertad de expresión de los húngaros? O ¿por qué no han dicho esta boquita es mía cuando el que estaba enchironado era Norberto Fuentes por pedir el libre acceso a Internet en Cuba? País, por cierto, en el que se sson moneda de cambio las prácticas que denunciaba, hace más de 30 años, Solzhenitsyn (imaginen ustedes un kiosko con sólo 2 periódicos).


Irremediablemente esta gente se pondrá de lado de todo aquel que pretenda llevarse por delante todo lo que no comulgue con sus principios totalitarios y huela a liberalismo. Se trata de un problema que llevan inscrito en su ADN todos los movimientos totalitarios: la libertad individual queda siempre supeditada a la del grupo, entendido éste como el Estado (nacional, socialista o ambos). Los fascismos de toda índole niegan la posibilidad de la búsqueda individual de la felicidad, ya que el individuo tiene que estar sometido a un principio rector superior a él mismo. Es lo que pasa con De Juana y sus amigos; no entienden la vida sin un objetivo último, llámese éste revolución o Estado racista.


Por todo ello me parece grotesco que ahora se pongan a defender una libertad de expresión que han pisado sistemáticamente siempre que han tenido ocasión.

1 comentario

Jorge Maria -

El vencedor del GULAG

Hoy es el dia del entierro del conocido escritor A.Solzhenitsyn. Su nombre se relaciona con el libro «Archipielago - GULAG». El GULAG es hoy un tema de actualidad.

Podrán dirigirse al heredero de los mártires del GULAG, Yohann Bereslavskiy, que desde hace 30 años testimonia acerca de la hazaña y las grandezas de los vencedores deconocidos del GULAG. Él es autor de siete libros sobre el GULAG , que abren el fenómeno dramático del siglo XX en todos sus aspectos.

Sus primeros dos libros « Serafím – el patriarca de Solovkí » y « El Segundo Golgota de Solovkí» fueron la causa de sus persecuciones . Fue obligado a partir de Rusia y en la actualidad vive fuera de sus fronteras.

Abramos el libro, recientemente publicado en España, « el Vencedor del GULAG: Serafím, el Patriarca de Solovkí »

http://juangrial.com/loslibros/Solovki.htm