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librodearena

Sainete

En esta tierra ibérica de caínes y mercachifles lo más normal del mundoe s despertarse cada mañana esperando el sainete de turno. País poco serio este en el que la derecha es paleolítica y la izquierda se pasa de magamoderna-divinadelamuerte.
El último capítulo del esperpento nacional se corresponde a esa faceta progre del PSOE, que es ultraavanzado en lo que debería mostrarse un poco más cauteloso y rancio en aquello que clama al cielo. La última, decía, es la genial idea de hacer que los inmigrantes consigan papeles a base de denuncia. Idea que si en elfondo se ajusta a los principios más humanitarios, en la práctica es la chorrada más grande que ha salido del gobierno socialista en los últimos meses. Si será absurda que hasta las asociaciones de inmigrantes se han puesto en contra. Natural, por otra parte, a ver quien es el listo que contrata ahora a nadie si pende sobre su cabeza la espada de Damócles institucional. Y si bien es cierto que existen empresarios explotadores, la mayoría no lo son y pagan el jornal a un precio bastante razonable. Pero vamos, que lo de denunciar al que contrata a irregulares y los explota ya estaba contemplado en el corpus legislativo, y lo único que van a conseguir estos ministros lumbreras es que se inunden los juzgados de denuncias de gente que quiere sus papeles. A ver como se bajan ahora de la moto y se echan atrás.
En este país parece que nadie sabe llegar a un término medio y ver toda la situación en su conjunto. Unos por xenófobos y otros por modernos, lo que están copnsiguiendo es marear la perdiz y perjudicar a todos; inmigrantes y ciudadanos con pasaporte. Una situación como la de la inmigración no se soluciona ni dando papeles para todos (y creando de paso ghettos y bolsas de marginación), ni impidiendo la entrada de trabajadores extranjeros en nombre de la paz social. Que entren los que hagan falta, que se les regularice y que se instalen entre nosotros como ciudadanos corrientes. Incitar a la denuncia falsa es más propio de tiempos inquisitoriales que esa pretendida modernidad que pretenden algunos.
Un problema serio que requiere de políticos serios. algo que parece que escasea por estas latitudes.

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