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librodearena

Batallitas

Aquí cada uno tiene sus manías y sus historias. El arriba firmante tiene la de comparar a las mujeres , o mejor dicho, a los procesos de conquista de las mujeres, con batallas militares. Es lo que hay, y a quien no le guste ya sabe donde está la puerta.
El caso es que la culpa la tiene mi señor padre, que es un tipo que desde que el que escribe era chinorri lo atiborró a cine bélico –rollito Los Cañones de Navarone, La Batalla de Midway, El día más largo y todas esas que me sé de memoria--. Luego pasa lo que pasa, uno lee lo que lee y acaba creyéndose un estratega de puta madre. Craso error. Con los años llegan las mujeres. Misteriosas siempre, desafiantes, ilógicas y a la vez apasionantes. Y uno siempre está dispuesto a inmolarse por ellas, al viejo estilo de nuestro padre Adán, que se comió el fruto de la sabiduría y metió la gamba hasta el sobaco por que su churri se lo pidió haciendole una caidita de ojos. Si es que somos gilipollas.
En fin, me estaba desviando del tema principal. Decía que aquí el susodicho tiene la manía de ponerles a sus lances amorosos etiquetas bélicas. Pensarán ustedes que ando un poco zumbado, pero analícenlo detenidamente. Yo les explico.
Existen mujeres “anexión de Austria” –o Auuschlung para los colegas--. Resulta que llegas, te plantas en la frontera y los austriacos te piden sonrientes y contentos que te los anexiones--así, tan ricamente--. Recibimiento triunfal, desfile militar y confeti. Cosa fácil, oiga.
También existen las mujeres “guerra de desgaste”, rollo I Guerra Mundial. Estas son de las más jodidas. Te plantas delante y empiezas a repartir candela con la artillería. Asaltos, más asaltos a cara de perro, armás químicas sin compasión. Te dejas los cojones con la esperanza de aniquilar al enemigo. Si ganas la victoria es total; rendición incondicional, ocupación del valle de Ruhr, imposición de reparaciones de guerra. Vamos, que triunfas como la Coca Cola y te llevas el gato al agua.
Luego vienen las mujeres “toma de Berlín” –extrapolable a cualquier asedio a una ciudad--. Estas son más jodidas. Tienen maromo, por lo tanto la plaza es de otro y hay que tomarla al asedio. Te plantas delante, haces una exhibición de fuerza –nunca se sabe y a lo mejor se rinde por la buenas, que no sería la primera vez—y luego empiezas con el asedio. Se utiliza la artillería a mansalva, sin piedad, destrozando las defensas. Bombardeos aereos, operaciones encubiertas y cuando la cosa está madura y tus agentes te dicen que adelante, lanzas los T 34 al corazón de la ciudad. Es complicado y muchas veces te dan pal pelo, pero cuando sale bien es una de las campañas más satisfactorias. Qué cabrón.
Por último (aunque hay modalidades como para escribir un libro) las mujeres “Stalingrado”. Estas merecen un punto y a parte dado que son las más jodidas. Todos hemos tenido alguna vez un Stalingrado, o más. Se trata de esa mujer sumamente apetecible que por no se sabe bien por qué parece un objetivo al alcance. Habrá que luchar y dejarse la piel, pero todo incdica que al final caerá. Te dejas los arrestos, sacas la artillería, lanzas ataques despiadados, luchas casa por casa, piso por piso, combate a muerte. Y al final, cuando a la cosa crees que le queda poco, empiezan a aparecer rusos hasta de debajo de las piedras. Se pone a llover, luego a nevar, hace un frío de cojones y ellos lanzan una contraofensiva. Total, que te quedas hecho una mierda, rodeado y no te queda más remedio que encomendarte al altísimo y rendirte por las buenas. Toma mariscal de campo Von Paulus a tomar por culo. Por listo, chaval. Y ahí te quedas, atravesando la fría estepa rusa medio muerto y jurándote a ti mismo que esta va a ser la última vez en tu puñetera vida que te vas a dedicar a conquistar nada. La próxima batallita en el Risk con tus colegas, chavalote. Y que pringue Rita la cantaora.

5 comentarios

Mauricio -

Hay que saber ganar batallas. Perder batallas para ganar la guerra... que desmadre tan chido.

marquinho -

Veig que vas treure profit de la carrera d'Història. Una alegria, perquè altres no podem dir el mateix. Hauré d'intentar veure si existeixen les dones/llistes tancades, les dones/circumscripció única, les dones/sufragi restringit...

Una de estrangis -

No sé ni kien eres, ni pk estoy akí(bueno eso sí lo sé;)), pero no puedo evitar decirte k discrepo totalmente contigo bonito!! Las mujeres somos castillos sin muralla a la espera d ser conkistadas x principitos: azules, guapos, inteligentes, simpáticos, con don de gentes, saber estar, patrimonio en cantidades industriales, etc etc... Coser y cantar!! P.D: Le pegas mu bien a esto de la literatura fantástica. Besotes!!

Gonzalo -

Muñi company, estoy haciendo la segunda parte de batallitas porque te has dejado unas cuantas atras y si lo hago como comentario acabo mañana.

Anónimo -

Será que ahora lo que se lleva son las guerras preventivas...:)