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Requiem

Requiem Lo descubrí hace dos semanas. En el canal 305, arrinconada del resto, aparecía la inefable Cubavisión. La programación la compone, casi en exclusiva, una retahíla de culebrones caribeños. No desistí en mi empeño de ver un noticiero cubano, cosa que me provocaba una especie de morbo indescriptible. Al final lo conseguí, y mereció la pena. Los telediarios cubanos son la lehce, si se me permite la expresión castiza. Se pasan la visda hablando de “los cinco héroes” cubanos de Miami. Unos tipos que han sido condenados por espieonaje—y fijo que lo son—por el amigo americano y que sacan cada dos por tres en el informativo. Las arengas son constantes, a los yuesei les dan canela fina cada dos por tres. Imagínense ustedes a Elena Resano—la maciza que presenta el telediario de la 1—llamando a Bush “el emperador” y su país “el imperio”—of course—. Les dan una de candela que es para alucinar. Fidel apenas aparece el hombre, salen imágenes suyas en la presentación de programa, pero le dedican más tiempo a la “Pelota”, o sea el Baseball. Como parte positca tienen un espacio dedicado a la cultura que dura un ratito largo, cosa de la que podrían aprender aquí. Lo de los derechos de copiright se lo pasan por el arco del triunfo, sacan imágenes de la CNN en español (“una televisión de habla hispana informa”), de TVE, de Al-Jazeera, y de todo lo que se les ponga por delante. Que pague Rita, deben pensar. Siempre sale más a a cuenta que mandar corresponsales.
Les contaba todo esto porque ayer me quedé expresamente hasta las tantas esperando ver si decían algo de Cabrera Infante. Ya saben, el escritor cubano que cascó ayer a los 75 años y diciendo que a Cuba no volvía hasta que fuera una democracia como Dios manda. Pues no volvió el hombre, y ahora sus herederos a guardar las cenizas hasta que palme el de los habanos. Pues en eso estaba yo allí esperando una noticia, un qué se yo y ellos dando noticias de los famosos 5, de la cosecha de papa en el oriente, de la sequía en la isla, de un método para bombear agua con energía solar. Pero de Cabrera Infante nada. Joder, pensaba yo, si aquí casca hasta Gracita Morales y le sacan un programa homenaje en Cine de Barrio y una hagiografía en el Telediario. Pues nada, que no, que de Cabrera Infante ni mu.
Aparte de las ideas políticas del susodicho y de la animadversión hacia Fidel Castro y su régimen, Cabrera Infante era uno de los escritores cubanos más internacionales por no decir el más. Así que lo podían haber sacado ni siquiera de refilón diciendo que fulano de tal había muerto y toda esa milonga. Pero no. Se me quedó un regusto así como amargo en la boca y una especie de mala folla en el cuerpo. Con la cantidad de cosas que hacen bien esta gente en Cuba—y que sacan cada dos por tres en el informativo—y se empeñan en seguir siendo una dictadura. Nada de cancha a la oposición—pagada o no desde Miami—, y a los intelectuales desafectos les queda la cárcel o el destierro. Lo de tratar a los intelectuales como anomalías y prohibir libros ya lo contaba Stefan Zweig de su Austria y Alemania en los años 30. No es propio de un sistema—se compartan o no sus ideas—que reivindica la libertad y la justicia.
Seguiré viendo el informativo a ver si les da por poner una esquelita. Ya se sabe que lo último que uno pierde—aunque en según qué cosas ya está más que perdida—es la esperanza.

3 comentarios

Amigo Gagarin -

Justo hoy he leído esto:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=12028

el autor -

Según el propio Cabrera sus libros se pagaban por 10 latas de leche condensada... Así de dulces serían...

Amigo Gagarin -

Bueno, Guillermo Cabrera Infante había prohibido la publicación de sus obras en Cuba, por lo que me imagino que no sería muy querido. Eso de prohibir que te publiquen es bastante novedoso, porque solía ser al revés.

Lo del copyright en la televisión cubana va mucho más allá. No tienen ningún reparo en subtitular una película americana de las que aquí serían peiperviu y ponerla en praimtaim.